Quizás leyenda trascendida en mito, el eco ampliado por su ausencia física me grite hoy coordenadas, puntos de referencia de cardinal importancia para encontrar simplezas!
Una tan sólo, para recorrer de noche los itinerarios aposentados en el silencio de la libertad cuando es desórden... El sueño en postales epigramáticas más prosemas que poemas, sin estricto apego a nada que no sea brotado del pequeño todo granadino como fuente inagotable del avilesiano universo...Demencia precoz, o precisa nota para el suicidio de una gota que mojar no quiso más! ¡Tanta intimidad de señorial aldea colgando de los faroles que alumbran la Plaza de la Independencia y su cuadrícula de parque, catedral, plazoleta de los leones, palacete comunicacional privatizado "claramente", y que platica todo el tiempo del mundo con episcopal palacio...! Sin razón del poder y sus símbolos desde la colonial fundación, 1524, Hernández de Córdoba inaugurando sin saberlo la política monetaria nacional con el patronímico principal del califato famoso mundialmente por su mezquita, Córdoba la bella, la mezquita profanada en Catedral por Carlos V de España y primero de Alemania...Tanta historia desbocada en la yema de mis dedos, como si no escribiera sólo porque el avilesiano género es de todos o no es! Otra es la historia que soñamos y por la que luchamos todavía desde esta barricada electrónica en la que Chilampín, Jimmy Avilés Aviles para no iniciados en la simpleza y su búsqueda,cavó el primer hueco para "embuzonar" luz hasta que su muerte fuese chispa nueva que desembucha este fuego para siempre!Comandante Marulanda:Disponga usted de la tropa para vigilar la lumbre y protegerla, esa fué la primera, única y última orden del Quijote granadino, ya en combate!
Humberto; trece de mayo del 2011
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