miércoles, 6 de julio de 2011

ALFABETO INCONCLUSO

Alfabeto Inconcluso
                                 A EYS en su diletante obra.

Roto silencio la generacional traición ya consumada es desnudo apócrifo que renueva lo no dicho, de tanta vida trasegada la maestría narrativa es sorpresa de humildad-humilde edad-, para el narrador y quienes lo escuchan en esta cita tardía consigo mismo. Del autor y su obra sin poco ni mucho que decir debo aplaudir el gesto transparente por demás, de arrojar luces para que los mentideros literarios atenúen su voracidad oral y documenten verdad cuando de oficiar con arte la escritura se trate, algo así como del arte y sus oficios ser artífices con artificios incluidos, no presuntos...
Ahora el guiño del verbo es carambola de silencio a todas las bandas posibles en los billares del mundo, más me quedo con los del San Juan de Limay que no conozco más allá del sol que atraviesa el azul de los toldos y martillea de calor las piedras del mediodía...ya metáfora de sombra que anhelante busca sed, y sólo es zarpa de Leoncio en la portada única e inmortal del solitario número publicado golillerismos aparte... como el espetado a un estupefacto Luis Alberto Cabrales durante los días en que Sergio, el inevitable novelista y permanente aprendiz de traidor, convocabe encuentros de poetas para orear su incipiente fama e iniciar su camino al estrellato que fue primero político y parásito revolucionario, para devenir en literaria fama sin parar mientes en lo que tantas veces hubo de traicionar.
Portavoz de la generación que sigue traicionándose a sí misma desde la inexactitud del tiempo en que dejó de ser pendenciera en pandilla u horda literaria, cuando la autenticidad de su nombre también perdió razón de orígen, Yllescas Salinas, estiliano por confusión fonética,semántica u onomatopéyica, habló en la escritura de diecinueve folios que solo alcanzaron el orden alfabético de la letra N, así en mayúsculas como para destacar la permanente voluntad del nunca decir todo para que la existencial angustia del escritor, más si poeta es, otra vez apunte a iluminar lo que cuesta un verso, ya no digamos un poema o la cuartilla íngrima del cuento y la novela que casi siempre queremos escribir...
Habló atropellándose a sí mismo para provocarse y provocarnos, se dejó provocar por una solícita Blanca Castellón que deseaba escuchar de viva voz Yllesqueana un trozo del dolor transido en "Tierna Mía", y lo escuchó no sin antes brindarnos Edwin con generosidad, el esquema original de su novela inconclusa como el alfabeto nominal de esta crónica, "Cristian y el odioso mundo", auténtico diccionario para recorrer el camino y obra de la Generación Traicionada, sus fobias y sus filias con deslumbramientos asumidos y sin asumir, las deliberadas omisiones lorquianas que también arrasaron con la traicionada generación ibérica del 1927, sin tiempo para Miguel Hernández ni Alberti, menos para Vicente Aleixandre, José Bergamín o Jorge Guillén... Milagrosamente detenidos en la grandeza de Don Antonio Machado, señor de Soledades abiertas en los Campos de Castilla.
Ceguera provocada intuyo por los Ginsberg, Ferlinghetti, la "beat generation" que llaman los entendidos en todo menos en sí mismos, la profunda zambullida que todavía dura en la poesía norteamericana de la mano de Coronel Urtecho, PAC;...Cabrales venido a menos pero con lo más esencial del conservadurismo en sentido amplio y parvo como su Ópera,...Cardenal rumbo al estrellato desde la trapa de Merton hasta el Telescopio en su noche oscura para intentar ver si al fondo está casualmente el Nobel de Literatura tan deseado para eternizar su gloria, tan reñida con lo monástico que contradictoriamente le alimentó.
Mejía Sánchez supo enseñarles lo que era Recolección a mediodía como síntesis que no ensombreces sus Ensalmos y Conjuros, menos La Carne Contigua, Contemplaciones Europeas, Cuestiones Rubendarianas... y así lo reconocen. Yllescas Salinas el primero por mérito y derecho propios. Fernando Silva Espinoza, maestro de la sencillez narrativa, diáfano, directo como un recetario ancestral de poeta metido a Pediatra con mayúsculas, que además pinta con soltura los colores de su patio en Las Colinas o los paisajes de la memovia río sanjuanesca, esa que nos lleva sin discriminar a todos los que a escribir nos atrevemos en esta Nicaragua volcánica y lacustre, a desembocar en los océanos de la literatura universal.
Ah, y los clásicos antecediendo a todo y a todos, omnipresentes en la peremnidad de la impronta paterna hasta recitarlos de corrido en latín o aventurándose sin miedo en el laberinto del griego y sus raíces, ya estaban por supuesto en Lecturas y otros poemas, obra primigenia publicada donde el ala del gavilucho Uriarte ya volaba en sus Poemas Atlánticos editados por la misma época en la Librería Cardenal de la Managua que no resucitará jamás, ciudad esclava y ama del poeta Yllescas que la canta,se la bebe, la recorre voluptuosa y sempiterna,la devora, la vomita, la hace suya para nunca...se convierte en su habitante perpetuo y da fe de tanto amor con desamor revueltos, náufragos, inventores de un paraíso para escribir la historia de un alfabeto inconcluso como esta crónica, obra que se abre hacia un Día con huella.

Humberto Avilés Bermúdez
Managua, junio treinta y julio cuatro del dos mil once.

No hay comentarios:

Publicar un comentario