viernes, 22 de julio de 2011

Utopías del amor embodegado y sus "paradisos".

Regodéome con lo que ahora escribo...Casi como el artífice de lo más sano recolectado en vida, arte y oficio, sanidad
de palabra creciendo en luz poética...Artesanía del verbo que alimenta fragilidad-frágil edad- del alcaravanesco imperio creándose con voluntades de artesanos: Y el arte nos hizo sanos! Amistosos, fraternos, convictos y confesos de amar las utopías, posibles e imposibles, desembodegado amor recreando "paradisos" en el verdor del verbo de Tacho, verde como veo su nombre cuando lo evoco...Convocado un atardecer a lo más nuestro de las utopías que son!
Palabra que se abre al calor conjurado por el maestro Yllescas desde la inconclusa soledad del alfabeto con que nos escribe: ¡Su mayor acto de amor! Tanto arte con suficiente oficio para compartir en "Algún lugar memorioso,Insomne de sueños que navegan en algún galeón de Jamaica...  Teoría del ángel que siempre le muerde y lo hace carne de la Ciudad que habita". Deshace traiciones con lo insinuado el veintiocho de junio del dos mil once, al darle amoroso impulso a contrapelo de sí mismo, al ciclo del "Autor su obra" donde aquella noche sí hubo autor con obra compartida y luminosa. Ofilio músico de la luz poética que alumbra Nicaragua, disparando acordes desde "La Bala" salomonesca crecidos en Darío musicado al cambiar de milenio y poniéndole guitarras a mujeres poetas para que canten mejor.Carlos Luis desde su patio granadino, calle San Juan del Sur volcada en el Cocibolca como dictada por la voluntad del Mombacho, nos trajo frutos para la dulzura que llaman bananos de jardín y certificó con su presencia la voluntad de los alcaravanes cantando ya en nosotros...Carol y Augusto supieron cabalmente saciar la sed de luz que padecemos en cada instante compartido. Cuando llegó el gavilán Uriarte rejuvenecido del brazo de su Erlinda el aire se detuvo, casi contubernio para que desplegase sus alas al filo desenvainado desde la profundidad de paradisíacos bordes que ya tuvieron premio!
La ternura de mis mujeres hizo posible a este simple alcaraván bloguero, ejercer de cronista insurgente para honrar la corona de "Coronista" brindada por Tacho desde la complicidad de Carol y Augusto, tras su aeroportuario y noctívago destino para embodegar más amor y guardar mejor este trozo de paraíso en otras crónicas.
Humberto
Veintidos de julio del 2011

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